La presión arterial es la fuerza o presión que ejerce la sangre sobre las paredes arteriales y es fundamental para que circule la sangre por los vasos sanguíneos para llevar oxígeno y nutrientes a las distintas partes del cuerpo.

La presión arterial tiene dos componentes:

Presión arterial sistólica

Corresponde al valor máximo de la tensión arterial en sístole (cuando el corazón se contrae). Se refiere al efecto de presión que ejerce la sangre eyectada del corazón sobre la pared de los vasos.

Presión arterial diastólica

Corresponde al valor mínimo de la tensión arterial cuando el corazón está en diástole o entre latidos cardíacos. Depende fundamentalmente de la resistencia vascular periférica.

Cuando se expresa la tensión arterial, se escriben dos números separados por un guión donde el primero es la presión sistólica y el segundo la presión diastólica.

Los valores normales de presión arterial varían entre 90/60 y 130/80 mmHg. Valores por encima de 140/90 mmHg son indicativos de hipertensión o presión arterial alta y por debajo de 90/60 son indicativosde hipotensión o presión arterial baja.

Estos valores dependen de la edad (se incrementan con el envejecimiento) y del sexo (son menores en las mujeres). También hay que señalar que estos valores no son constantes a lo largo del día, sino que presenta una gran variabilidad.

Hipertensión arterial

Se llama la enfermedad silenciosa porque en muchos casos la persona afectada no tiene ningún síntoma. De hecho 1 de cada 3 personas con hipertensión no saben que la padecen. Y si nos referimos a personas mayores de 65 años, la padecen 8 de cada 10. Se estima que en España hay más de 14 millones de personas con hipertensión. Esta enfermedad es la responsable de 7 millones de muertes  al año en el mundo.

La hipertensión, junto con la hipercolesterolemia y el tabaquismo, es uno de los tres factores de riesgo cardiovascular más importante y modificable.

La hipertensión arterial es una de las principales causas de fallecimiento en España y, a pesar de los avances en su tratamiento y el consenso existente en el manejo diagnóstico y terapéutico de los diferentes factores de riesgo cardiovascular, las tasas de control son todavía bastante bajas.

Entre las causas de este bajo control se encuentran, por una parte, la inercia terapéutica relacionada con las escasas modificaciones terapéuticas que realizan los médicos en los hipertensos no controlados y, por otra, la existencia de un escaso cumplimiento del tratamiento farmacológico y no farmacológico por parte de los pacientes.

Por lo tanto, si eres hipertenso es recomendable que sigas las recomendaciones de tu médico en cuanto a la medicación, que comas sin añadir sal, que bajes de peso si te sobra y que te midas tu tensión regularmente para ver si la tienes controlada. Y por supuesto, dieta sana, nada de tabaco y ejercicio.

*Para más información
www.seh-lelha.org / www.clubdelhipertenso.es

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