Ya sabéis que soy una defensora del consumo de alimentos frescos y que considero los refrescos o zumos como un capricho ocasional. Y cuando me refiero a los refrescos incluyo los normales y los light.

Si solo hablaremos de calorías, los refrescos light podrían considerarse como una bebida aceptable ya que no contienen casi calorías. Pero el problema está en los edulcorantes. Y es que en los últimos años diferentes investigadores han descubierto que los edulcorante pueden afectar a tu salud. Aquí te explico algunos de sus efectos.

Alteran tus bacterias intestinales

Ya hace dos años os hablé de un estudio el que se advertía  que el consumo elevado de productos edulcorados aumenta el riesgo de padecer obesidad, diabetes tipo2 y enfermedades cardiovasculares en un porcentaje similar al que tienen las personas que consumen gran cantidad de productos azucarados.

Y es que se ha visto que los edulcorantes artificiales, utilizados como ayuda para perder peso y prevenir la diabetes, en realidad podrían acelerar el desarrollo de intolerancia a la glucosa y la enfermedad metabólica al cambiar la composición y función de la microbiota intestinal, la importante población de bacterias que reside en nuestros intestinos.

Esto podría explicar de alguna manera por qué el auge de bebidas y productos alimenticios “light” con edulcorantes no han contribuido a disminuir el incesante aumento de personas con obesidad.

Y es que los edulcorantes artificiales tienen un efecto directo sobre la capacidad del cuerpo para utilizar la glucosa.

Se hicieron primero estudios en ratones. Los investigadores vieron que al dar agua endulzada con edulcorante a los ratones, estos desarrollaban una intolerancia a los hidratos de carbono, también conocida como prediabetes. Esto no ocurría con aquellos que bebían agua y tampoco en los que tomaron agua con azúcar.

Hicieron estudios similares en humanos. Los expertos pidieron a un grupo de voluntarios que por lo general no comían ni bebían alimentos endulzados artificialmente que los consumieran durante una semana y luego les realizaron pruebas para ver sus niveles de glucosa, así como sus composiciones de microbiota intestinal.

Observaron que muchos de los voluntarios padecían intolerancia a la glucosa. Otras parecían inmunes al efecto indeseable de los edulcorantes.  La composición de la flora intestinal explicó la diferencia: los investigadores hallaron dos poblaciones diferentes de bacterias del intestino humano, una que induce intolerancia a la glucosa cuando se expone a los edulcorantes y otra sin ningún efecto en ambos sentidos.

Los edulcorantes artificiales te hacen comer más

Se ha visto que algunos dulces sin calorías producen en el cerebro una activación “incompleta” de satisfacción que a la larga te impulsa a comer más.

De hecho, los edulcorantes, justamente por ser dulces, incitarían a  quien los consume, a comer más dulce y a ser más dependientes de los alimentos dulces.

Como se ha visto con la sal o con la grasa, la mejor manera de reducir la apetencia por el dulce, no es la de sustituirla por edulcorantes sino la de ir disminuyendo paulatinamente la cantidad de dulce que se consume. Esto cobra especial relevancia en los niños, ya que se ha comprobado que cuanto más dulce consumen, más golosos se vuelven.

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