Con el buen tiempo apetece comer platos más ligeros y por ello que mejor que una ensalada.

Pero decir ensalada no significa solo lechuga y por eso hoy os propongo esta riquísima receta de ensalada templada de quinoa, tomate y mozzarela.

Esta receta es una variante de un plato que se come muchísimo en Italia en esta época. Yo he cambiado la pasta por la quinoa y así me sirve de plato único ya que con la quinoa tengo las proteínas vegetales y los hidratos y con los tomates la verdura.

Es un plato que se puede tomar recién hecho, frío o templado y es fácil de transportar si quieres comerlo en el trabajo o en la playa.

Ingredientes para una persona – menos de 350 kcal por ración

  • 70 gr de quinoa (peso en crudo)
  • 2 o 3 tomates de pera o tomateros cherry bien maduros
  • 50 gr de  mozzarella normal o de búfala
  • Un poco de orégano o de hierbabuena (lo que prefieras)
  • Un poco de aceite de oliva virgen extra

Elaboración

Antes de cocer la quinoa, lávala con abundante agua.

Pon la quinoa en un recipiente con suficiente agua para cubrirla y sal y déjala cocer de 15 a 20 minutos. El grano queda siempre algo durito.

Cuando está lista la escurres y aunque aconsejan volver a lavarla con agua, yo no lo suelo hacer ya que el calor de la cocción me sirve para que se derrita un poco el  queso mozzarella que añado junto con el tomate. Ambos cortados en daditos.

Rectificas de sal, si le ha faltado al agua de cocción, añades un poco de aceite de oliva virgen extra y un poco de hierbabuena o de orégano. Lo que prefieras.

Propiedades

La quinoa es un pseudocereal muy rico desde el punto de vista nutritivo ya que además de aportarte hidratos de carbono complejos, te aporta proteínas vegetales de alto valor biológico. Es además rico en omega 6 y omega 3. Lo pueden consumir las personas veganas y los intolerantes al gluten. ¿Qué mas se le puede pedir a un alimento?

El tomate te aporta minerales, vitaminas y antioxidantes, además de ser una fuente importante de licopeno cuyas propiedades beneficiosas para la próstata son bien conocidas. El queso mozzarella es una buena fuente de proteínas e hidratos. Además te aporta calcio. Al ser un queso fresco su valor calórico es menor.

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