Contenido del post:
Se pierde peso más fácilmente al principio
Los kilos más fáciles de perder son los de las dos o tres primeras semanas, porque al principio se pierde grasa pero también bastante líquido. Al empezar, además estamos muy motivados y solemos ser más estrictos con las cantidades. El cambio de hábitos coge por sorpresa a nuestro cuerpo, acostumbrado a comer más, por lo que recurre a los depósitos de grasa para obtener la energía que necesitamos.
Además, cuando iniciamos una dieta, pesamos más y nuestros kilos hacen que gastemos más calorías. Aunque muchas personas con sobrepeso piensan que tienen un metabolismo más lento, esto no suele ser verdad. Cuánto más pesas, más quemas, ya que mantener tus kilos supone un gasto calórico para tu cuerpo. De la misma manera que nos cuesta más la calefacción de una casa grande que la de una pequeña. Este exceso de peso es trabajo extra para todos tus órganos. Simplemente caminando quemas más que una persona más delgada que tú.
A medida que pierdes peso necesitas comer menos
Pues bien, esta es también la razón por la que al ir perdiendo peso notamos que lo perdemos con más esfuerzo. De hecho, por cada kilo que perdemos quemamos unas 10 a 14 kcalorías menos. Esto no quiere decir que no puedas llegar a tu peso saludable. Si a tu cuerpo le faltan calorías, la única manera que tiene para seguir funcionando es coger energía de los depósitos, es decir de la grasa almacenada. De hecho, una de las funciones principales de nuestra grasa es la de almacenar energía para cuando haga falta.
Ya os di hace poco consejos para no estancaros en el peso, pero os vuelvo a insistir que todo el mundo puede seguir perdiendo peso. Lo único que hay que tener en cuenta es que a medida que vas perdiendo kilos debes ir reduciendo un poco la cantidad de comida para reducir así las kcalorías. Como he dicho al principio, a veces empezamos la dieta con mucha motivación, pero a medida que vamos perdiendo peso nos relajamos y a veces casi sin darnos cuenta vamos añadiendo kcalorías: una galletita por aquí, un poco más de aceite por allá, un picoteo de fin de semana…
Pensamos que lo estamos haciendo bien sin darnos cuenta que ahora que pesamos menos es cuando nuestro cuerpo también necesita menos cantidad de comida para seguir perdiendo. Es posible que estos “picoteos” te permitieran perder peso al principio, pero si ahora pesas menos tu cuerpo quema menos cada día. Insisto, a medida que pierdes peso debes ir reduciendo las cantidades de comida para no estancarte.
El ejercicio te ayuda a acelerar la pérdida de peso
Es aconsejable además que vayas aumentando el tiempo o la intensidad del ejercicio que haces ya que así consigues quemar un poco más de energía. Piensa que si siempre haces lo mismo, tu cuerpo se va acostumbrando y lo hace con menos esfuerzo y con menos gasto calórico. Por eso es bueno que cada día te exijas un poco más en el deporte. No se trata de estar más tiempo si no te sobra, pero sí de aumentar la intensidad.
Pero no lo olvides, perder peso es posible. Solo hace falta que no tires la toalla.