Toda la gama de colores presentes en nuestras verduras y frutas (rojo del tomate, naranja de la naranja, morado de la berenjena, verde de las espinacas) es más importante de lo que pensamos.

Los colores es la forma más fácil de identificar si estos alimentos contienen antioxidantes, y cómo de ricos son según la intensidad del color. También nos indica qué tipo de antioxidante predomina en ese alimento.

En este caso nos vamos a centrar en las ventajas de los alimentos de color rojo.

Los alimentos rojos lo son principalmente por el pigmento vegetal llamado licopeno.

El licopeno podemos encontrarlo en alimentos como el tomate, la sandía, las zanahorias, los pomelos, la papaya y los albaricoques.

Es un potente antioxidante, es decir que protege a las células humanas del envejecimiento y de posibles lesiones.

Tomar alimentos con licopeno  hace además que disminuya la probabilidad de sufrir algunas enfermedades cardiovasculares y cánceres tan frecuentes como el de próstata, pulmón o tracto digestivo. Y es que los antioxidantes se comportan en nuestro organismo como reparadores externos. Nuestro organismo está continuamente intentando reparar los daños que produce el “uso” de nuestro cuerpo, pero agradece toda la ayuda externa que le llegue en forma de antioxidantes como el licopeno.

También existen evidencias científicas sobre la prevención del síndrome de degeneración macular, principal causa de ceguera en las personas mayores de 65 años.

Contenido del post:

Tomate

El tomate es el que mayor proporción contiene de este pigmento (10581 µg/100g de alimento), pues proporciona el 90% del necesario para el organismo.

Sin embargo la cantidad presente en los tomates va a variar dependiendo de su maduración, variedad, tipo de almacenamiento, condiciones de cultivo, etc… La cantidad de licopeno será mayor cuánto más maduro sea el tomate.

Los tomates “tipo pera” tienen una cantidad 10 veces mayor de licopeno que los tomates de ensalada.

La forma de consumir el tomate o su forma de cocinado modifica es importante a la hora de a asimilar el licopeno.

Se asimila más el licopeno de los tomates que han sido sometidos a calor (tomate frito, tomate asado, jugo de tomate…) y más aún si le añadimos alguna grasa como el aceite de oliva.

Sandía

La sandía aporta unos 4868 µg licopeno /100g de alimento. Lo que ocurre es que su contenido en licopeno suele perderse porque no existe la costumbre de aliñarla. Como consejo, os sugiero que utilicéis la sandía como ingrediente de una ensalada o que preparéis este exquisito gazpacho de sandía.

Cuando estos alimentos ricos en licopeno se toman con aceite, su absorción intestinal aumenta. Si además, los cocinamos, las altas temperaturas rompen las paredes celulares del fruto y su biodisponibilidad aumenta.

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