El margen de peso saludable es muy amplio. Por ejemplo, una mujer que mide 160 cm estará en su peso saludable si pesa entre 66 y 50 kilos.

Hay muchas personas que quieren perder peso aunque partan de un peso sano.

Esta pérdida de peso debe considerarse más una cuestión de estética que de salud por lo que hay que intentar perder los kilos de forma saludable para no crear un problema en dónde no lo hay.

Aumentar gasto calórico

En estos casos lo más importante es aumentar el gasto calórico, es decir aumentar la actividad física, ya que generalmente, la persona que está en su peso saludable suele tener una ingesta calórica relativamente controlada.

Controlar los antojos

En estos casos es importante ser más estrictos con los caprichos ocasionales  mientras queramos perder algunos kilos. Evita en lo posible todo aquello que no sea estrictamente necesario para una buena alimentación: alcohol, dulces, salsas, aperitivos salados…

Controla las Grasas e Hidratos

Además, reduce calorías disminuyendo la cantidad de aceite que usas para cocinar y toma los hidratos de carbono (arroz, pasta, patatas…) como acompañamiento y no como plato principal.

Evita las dietas milagrosas

Es especialmente importante evitar  dietas aparentemente milagrosas con las que se suele perder peso porque nos hacen perder líquidos y masa muscular pero no demasiada grasa. Estas dietas tan restrictivas, suelen además tener un efecto rebote del todo indeseable en una persona a la que no le sobran kilos.

Teniendo en cuenta que partimos de un peso saludable y que la pérdida de peso se hace para mejorar la estética, solo una dieta equilibrada y rica en nutrientes junto con ejercicio tanto aeróbico como de fuerza muscular nos harán sentirnos y vernos mejor. No hay mejor cura de belleza que un estilo de vida saludable.

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