Adelgazar y comer despacio es algo que está estrechamente ligado.

Hemos oído muchas veces que es bueno masticar concienzudamente la comida, pero, ¿porqué?. Tomarte tu tiempo para comer tiene muchas ventajas. Te las explico a continuación y seguro que las interiorizas de manera sencilla.

Comer despacio te ayuda a la digestión

Al masticar los alimentos, por un lado estás convirtiendo los trozos de comida en partes más pequeñas. Por otro favoreces que las enzimas de la saliva empiecen a digerir los alimentos.

Es importante masticar adecuadamente los alimentos para que pasen al tubo digestivo. Así estarán ya parcialmente triturados y digeridos. Nuestro estómago lo agradecerá.

Comer despacio te sacia más

El hecho de masticar con calma da tiempo para que tu cerebro vaya recibiendo las señales que le indica que deje de comer. Si comes muy deprisa, es posible que cuando la señal de saciedad llegue a tu cerebro, ya hayas comido más de la cuenta.

Por eso muchas veces al ir a un restaurante, nos damos cuenta a mitad de la comida que hemos pedido demasiado. El cerebro nos avisa de que ya no necesita más.

Los alimentos que necesitan más masticación tienden a saciarnos más. No sacia lo mismo un bocadillo de pan integral que uno de pan de molde. Con el primero tenemos que masticar más, y por lo tanto tardamos más en comerlo y nos sacia más.

Comer despacio te ayuda a adelgazar

Se ha visto en un estudio reciente de la revista Nutrients, que cuando comemos deprisa ingerimos más cantidad de comida y, por lo tanto, más calorías. No depende ni de la calidad de la comida ni del apetito que tengamos. Comer deprisa simplemente nos hace comer más cantidad y por lo tanto, a la larga, coger más peso.

Así que, no lo olvides: si quieres adelgazar, come despacio. Comerás menos y digerirás mejor.

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