Quienes me conocéis sabéis que soy una defensora de la comida tradicional y por eso hoy os propongo para comer pulpo a la gallega.

Es verdad que la globalización nos ha hecho conocer alimentos nuevos y muy saludables. Por ejemplo la quinoa, o recetas también tradicionales, pero de otros países que nos ayudan a salir de vez en cuando de la rutina culinaria y que son muy saludables. Incluso si quieres perder peso puedes probar recetas como el tallin de pollo, las arepas de yuca, el cuscús o el ceviche de pescado.

Pero aun así, no debemos olvidar nuestros platos de toda la vida.

Y es que muchas de las recetas tradicionales han seguido cocinándose en nuestras casas, no solo por lo ricas que están, sino también porque su valor nutritivo ha hecho que estos platos no caigan en el olvido.

Pues bien, uno de estos es el pulpo a la gallega o pulpo a feira. Un plato económico y sencillo de preparar cuyos beneficios para la salud son enormes.

Beneficios del pulpo a la gallega

El pulpo es un cefalópodo que nos aporta proteínas y muy pocas calorías (57 Kcal/100 gramos) por lo que es ideal en cualquier dieta de adelgazamiento.

La patata te aporta energía  y no engorda tanto como la gente cree (85 kcal/100 gramos de patata cocida). Al tener fibra e hidratos de carbono complejos tarda más en digerirse y te sacia durante más tiempo.

Y por último y no menos importantes, los otros dos ingredientes estrella del pulpo a la gallega:

El aceite de oliva virgen  y el pimentón cuyos beneficios para la salud y sus efectos antioxidantes están más que demostrados.

Ingredientes para cuatro personas

Menos de 250 kcal por ración.

  • Un pulpo de aproximadamente un kilo y medio (peso en crudo)
  • 4 patatas pequeñas o dos medianas
  • Aceite de oliva virgen (unas 10 cucharadas)
  • Pimentón dulce o picante (según gusto)
  • Un poco de sal

Preparación del pulpo a la gallega

Máximo 30 minutos, dificultad mínima.

Una de las razones por las que nunca compraba el pulpo crudo era porque me resultaba muy difícil cogerle el punto a la cocción hasta que una paciente, a la que estaré siempre agradecida, me dio este truco.

Me recomendó poner el pulpo tal cual, sin añadir ni agua ni sal, en la olla a presión y cocerlo de 15 a 20 minutos (dependiendo del tamaño). Al abrir la olla puedes comprobar el punto de cocción con un palillo de madera. Si ves que se hunde fácilmente es que ya está listo.

Por otro lado, cueces las patatas con piel en abundante agua salada (dependiendo del tamaño, unos 15 a 20 minutos).

Pelas las patatas, las cortas en rodajas y las pones en una tabla de madera y dispones por encima el pulpo cortado también en rodajas. Añades el pimentón y el aceite y un poco de sal si fuera necesario y ya está listo para comer. Lo ideal es que se coma aún templado.

Para un menú completo solo te faltaría añadir a la comida un buen plato de verdura.

Pin It on Pinterest

Share This