Sabemos que existe Mercurio presente en el pescado. Aún así, el consumo de pescado tanto en niños como en adultos, es recomendable y tiene importantes beneficios para la salud.

Sin embargo, el temor a ingerir altas dosis de Mercurio hace que muchas personas reduzcan o eviten el pescado en sus dietas.

Y es que la ingesta de Mercurio a través de pescado o marisco contaminado puede tener efectos perjudiciales en el sistema nervioso de los fetos y de los recién nacidos y en el sistema cardiovascular de los adultos por el estrés oxidativo que produce.

Podría afectar también a la función cognitiva y a la fertilidad.

De dónde proviene el Mercurio que encontramos en el pescado

El Mercurio es un mineral líquido que se encuentra de forma natural en la Tierra y que es especialmente abundante en España.

La contaminación con Mercurio proviene de fuentes naturales como las erupciones volcánicas o la combustión de fósiles y también de la mano del hombre con algunos procesos de incineración, con la minería o con el uso del mercurio, cada vez más limitado, en productos químicos.

En el agua el mercurio se transforma en metilmercurio y se acumula en los organismos acuáticos. Por ello la fuente de exposición principal al Mercurio es el consumo de pescado salvaje y de marisco contaminado.

Pescados con mayor contenido en Mercurio

El mercurio en el pescado se halla unido a las proteínas y no a la grasa por lo que no se puede eliminar ni con la limpieza ni con el cocinado.

Los peces grandes, más longevos y depredadores como el emperador o pez espada, atún rojo o tiburón (cazón, marrajo, pintarroja, tintorera) y lucio son los que acumulan mayor contenido de mercurio.

Tampoco influye en las concentraciones de Mercurio que el pescado sea fresco, congelado o enlatado.

Pescados con bajo contenido en Metilmercurio

En general los pescados pequeños y menos longevos acumulan menos cantidad de Mercurio. Entre estos pescados se encuentran la caballa, las sardinas, la bacaladilla, la anchoa o boquerón o arenque o el jurel.

También son bajos en Mercurio los berberechos, los camiones, el calamar, el pulpo, la pota, los cangrejos, los langostinos o las navajas.

En este enlace de la Agencia española de Seguridad Alimentaria y Nutrición puedes ver toda la lista en la que se incluyen también pescados como la lubina, la dorada o la merluza.

El problema que tenemos en España es que los análisis de Mercurio que se realizan en pescado fresco, enlatado o congelado, no se hacen públicos. Y sin embargo, las cantidades de Mercurio pueden variar en pescados similares de unas regiones a otras y a lo largo del tiempo. Pero al no disponer de estos datos, las recomendaciones son siempre generales y no es posible ajustarlas más.

Recomendaciones de consumo de pescado por presencia de mercurio

Población más vulnerable al Mercurio en el pescado

Mujeres embarazadas o planificando un embarazo o en periodo de lactancia

Es recomendable que las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia deben cuidar su dieta ya que esa va a determinar no solo su salud, sino la de tu hijo a lo largo de su vida.

Teniendo en cuenta la existencia de mercurio en el pescado, la recomendación es:

  • Deben evitar el consumo de las especies con alto contenido de mercurio.
  • Deben limitar las de bajo y medio contenido a 3 o 4 raciones por semana intentando variar entre pescado blanco y azul

Niños hasta 10 años

  • Deben limitar el consumo de las especies con alto contenido hasta un máximo de 120 g al mes. Aunque estudios realizados anteriormente en España recomendaban evitar totalmente su consumo en menores de 3 años.
  • Deben limitar las de bajo y medio contenido a 3 o 4 raciones por semana intentando variar entre pescado blanco y azul

Población general

  • Deben limitar todas las especies a 3 o 4 raciones por semana intentando variar entre pescado blanco y azul.

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