¿Por qué la dieta falla con tanta frecuencia? ¿Por qué te saltas la dieta aunque te hayas prometido no hacerlo? Te habrás hecho estas pregunta mil veces.

Es posible que tengas muy claro que te sobra peso y que tienes que perderlo.

Sabes perfectamente lo que te conviene y lo que no, pero, inexplicablemente acabas cayendo en la tentación. ¿Cuántas veces te has comido algo sabiendo que estabas a punto de cenar o has ido a un restaurante convencido de no saltarte la dieta y has acabado comiendo el doble de lo habitual?

Un estudio realizado en Austria con 64 participantes vuelve a demostrar que independientemente del peso, de la edad, del índice de masa corporal o del sexo, pasar hambre nos vuelve impulsivos, nos hace tomar peores decisiones, aumenta nuestra ansiedad y nos hace sentirnos peor.

Está claro que hay múltiples factores que nos influyen a la hora de “saltarnos la dieta”.

Y esto se debe entero otras cosas al efecto de nuestras hormonas, entre las cuales se encuentra esta:

Ghrelina, la hormona que te hace caer en la tentación y saltarte la dieta

Pueden influir los nervios, las emociones…pero también nuestro cuerpo se defiende como puede de la falta de comida y nos puede jugar malas pasadas si no estamos prevenidos.

Cuando estamos en ayunas y nuestro azúcar en sangre baja, nuestro estómago segrega una hormona que se llama Ghrelina y que es, en gran parte, la responsable de que caigamos en la tentación y comamos lo que no debemos saltándonos la dieta que tanto bien nos está haciendo.

Aumenta la impulsividad

La Ghrelina no solo hace que aumente nuestro apetito, sino que nos hace ser más impulsivos tanto a la hora de elegir como a la hora de cometer el exceso.

Es decir que nos impulsa a comer y a elegir aquello que no nos conviene.

Anula nuestra voluntad y hace que te saltes la dieta

Aunque sepamos que lo que vamos a comer no nos conviene, parece que hay “algo” que nos impide resistirnos. Nuestro cerebro nos convence de que no pasa nada, de que un día es un día y de que no pasa nada si nos tomamos ese capricho.

Reduce nuestra paciencia

Necesitamos ese capricho y de forma inmediata. No importa si sabemos que en poco tiempo podremos calmar el hambre con algo más saludable. Quieres una gratificación de forma inmediata y te saltas la dieta.

Altera nuestros genes

Se ha visto que los niveles elevados de Ghrelina a largo plazo acaban alterando ciertos genes involucrados a nivel cerebral en la toma de decisiones y en la impulsividad, y esto hace que te saltes la dieta por mucho que nos hayamos propuesto no hacerlo.

Por lo tanto, ya lo sabes, si no quieres caer en la tentación, mantén a raya tus niveles de Ghrelina respetando tus comidas principales y comiendo algo saludable entre horas para que tus niveles de azúcar no bajen y para calmar tu apetito y evitar así que los niveles de esta hormona aumenten y anulen tu voluntad y tu capacidad de decisión.

Actualizado 06/12/2019

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