Durante muchos años se ha asociado la imagen de niño gordito con la de niño feliz y sano.

Muchos de nuestros abuelos o bisabuelos pasaron hambre en la infancia y pensaron que lo mejor para sus hijos y sus nietos era que no les faltaran alimentos para que crecieran adecuadamente.

Cifras de obesidad y sobrepeso infantil

En menos de 50 años, esta situación ha cambiado drásticamente. Actualmente en vez de niños desnutridos, tenemos niños sobrealimentados y no siempre bien nutridos.

La gran cantidad de productos nuevos que hay en los supermercados y la gran variedad de ofertas de alimentos procesados, han hecho que la dieta de las familias, y por lo tanto también la de los niños, se aleje cada vez más de la dieta equilibrada.

Actualmente en España más del 40% de los niños tiene sobrepeso u obesidad. Es decir que casi de cada 2 niños a uno le sobra peso y de cada 10 niños hasta 4 son obesos en algunas comunidades.

Estas cifras son alarmantes ya que el exceso de peso es algo que se puede y que se debe evitar.

Consecuencias del sobrepeso y de la obesidad infantil

Un niño obeso será seguramente un adulto obeso.

Además, el exceso de peso en un niño le predispone a padecer enfermedades. Antes, estas enfermedades eran prácticamente inexistentes en la infancia. Nos referimos a  la diabetes tipo 2, la hipertensión o los problemas cardiovasculares e incluso los infartos.

Pero lo que es más grave es que el niño obeso no solo está peor de salud física sino que también sufre psicológicamente.

Niño gordito: ¿niño feliz?

Se acaba de publicar un estudio en el que se analizaron las amistades de más de 700 niños y se vio que el simple hecho de estar gordito hace que tengas menos amigos y que tus compañeros te aíslen y te traten peor.

Esto se ha confirmado en otro estudio hecho con  más de 500 niños en Estados Unidos. Al preguntarles a los niños por el número de amigos que tenían, todos escribían un número similar, pero los niños gorditos no aparecían en la lista de amigos de casi ningún niño. Es decir que el niño gordito cree que tiene amigos pero los demás no lo consideran como tal.

¿De verdad como padres queremos que la comida que le damos a nuestros hijos pueda enfermarlos o hacerles infelices?

Ha llegado el momento de tomarnos en serio la alimentación de nuestros hijos. El niño debe comer lo que necesita y no lo que a él le apetezca. esperemos que el exceso de peso no siga estropeando la salud y la felicidad de nuestros hijos. Y sobre todo desterremos el mito de que un niño gordito es un niño feliz.

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