El exceso de peso depende de muchos factores. No todas las personas que comen mucho desarrollan obesidad ni todos los obesos comen de forma desproporcionada. El peso de cada persona depende de factores genéticos, de factores ambientales y de factores personales.

Ambiente obesogénico

Cada uno de estos factores es importante a la hora de determinar que nuestro peso sea el correcto o que desarrollemos obesidad. Una genética que te predispone a la obesidad, necesita de un ambiente obesogénico, para que acabes cogiendo peso. Es decir que si has heredado una predisposición familiar a coger peso y vives en un ambiente con fácil acceso a productos ultraprocesados e hipercalóricos como son los refrescos, la repostería industrial y la comida rápida o el fast food, lo más seguro es que acabes siendo obeso. Y esta relación entre genética y obesidad es más fuerte si empiezas desde pequeño a comer este tipo de productos.

Estos datos no se conocían hace años, pero actualmente ya deberíamos darnos por enterados. Es importante ser más activos en la protección de nuestros niños; evitar la exposición temprana de productos que no les alimentan y que les predisponen a tener exceso de peso en el futuro.

El peso de cada persona depende de factores genéticos, de factores ambientales y de factores personales

Factores cerebrales en la obesidad

Tu genética no solo te predispone a coger peso, sino que puede ser la responsable de que te cueste perder peso y de que recuperes fácilmente lo que ya has perdido. En general, como animales que somos, no estamos diseñados para perder peso sino para que nos sobre. Nuestro cerebro intenta que no nos falte comida y que comamos de manera que podamos acumular energía para periodos de carencia.

Hace menos de 100 años el acceso a comida variada y equilibrada no era algo habitual par la mayoría de las personas. Pero, los tiempos han cambiado, y en la actualidad, en nuestra sociedad,  hay más problemas de salud derivados del exceso de comida que por falta de alimentos.

El peso de cada persona depende de factores genéticos, de factores ambientales y de factores personales.

Sin embargo, nuestros genes, no se han adaptando a estos cambios y siguen protegiéndonos de la pérdida de peso sin capacidad de reconocer el exceso de kilos que nos sobran. No importa que estés obeso: si no comes, tu cerebro hará lo posible por que lo hagas.

Cuanto más restrictiva sea la dieta, más se defenderá tu organismo de ella.

Efecto rebote

Por este mismo instinto de supervivencia, cuando perdemos peso, nuestro cuerpo se defiende disminuyendo su gasto calórico basal y segregando todo tipo de señales hormonales que nos incitan a comer más.

Este es uno de los mecanismos que influye en el tan conocido como “efecto rebote” de las dietas. Cuanto más maltrates a tu cuerpo para perder peso y cuanto más restrictiva sea la dieta, más se defenderá tu organismo de ella.

Aunque nuestros genes no los podemos modificar, si podemos perder peso . Es un hecho que podemos mejorar nuestra salud mejorando la calidad de nuestra dieta, eliminado productos ultraprocesados que nos incitan a comer más, y aumentando nuestro metabolismo realizando más ejercicio y aumentando la masa muscular.

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