La fructosa es un azúcar simple encontrada de forma natural en diferentes verduras y hortalizas, frutas y también en la miel.

Normalmente su consumo es en forma de sacarosa (molécula compuesta por glucosa y fructosa) y corresponde al azúcar que tenemos en casa. También el sorbitol es un edulcorante empleado en distintos alimentos que al metabolizarse en nuestro organismo puede dar lugar a fructosa.

La intolerancia a la fructosa se produce porque hay un déficit de la enzima fructosa-1,6-bisfostato aldosa o también llamada aldolasa B.

Este déficit de la enzima que la metaboliza provoca que no se pueda absorber, y pase así al colon donde la fermetan las bacterias intestinales. Esto hace que se origine distintos gases, y se produzcan por tanto los síntomas típicos (alteraciones gastrointestinales, diarreas, náuseas, dolor abdominal…) de una intolerancia.

Tipos de intolerancias a la fructosa

Dependiendo del grado de tolerancia a los alimentos con contenido en fructosa, decimos que existen dos tipos de intolerancia total o parcial a la fructosa.

La intolerancia a la fructosa no tiene nada que ver con la fructosemia, pues ésta es una enfermedad genética y que se diagnostica a la edad infantil, mientras que la intolerancia a la fructosa puede darse en cualquier etapa.

¿Qué debo comer si tengo intolerancia a la fructosa?

La alimentación debe corresponder al grado de intolerancia que presente cada persona.

Intolerancia total a la fructosa

Elimina todas las fuentes de fructosa (fruta, verdura y legumbres) hasta la remisión de los síntomas. Esta dieta debe ser controlada a través de un profesional, ya que puede ser necesario el uso de suplementación dada su pobreza nutricional.

Intolerancia parcial a la fructosa

Dependiendo del grado de tolerancia que la persona tenga a los distintos alimentos, podrá tomar ciertos alimentos con bajo contenido de este azúcar, e incluso podrá incluir de forma moderada alimentos con alto contenido en fructosa.

Aquí te dejo una tabla donde puedes ver los alimentos que puedes incluir en tu alimentación, así como los que debes intentar evitar. Están indicados para aquellas personas con intolerancia a la fructosa, que deben evitar así mismo la sacarosa y el sorbitol.

GRUPOS DE ALIMENTOSALIMENTOS PERMITIDOSALIMENTOS A EVITAR
AzúcaresGlucosa, maltosa, maltodextrina.
Fructosa, miel.
Comprobar etiquetas de alimentos "sin azúcar", "dietéticos", "para diabéticos"
EdulcorantesAspartamo, sacarina y ciclamato
Sorbitol (E-420) y sacarosa
Chicles, caramelos, gominolas.
Frutas * y frutos secosAguacate, papaya, limón, lima.

Precaución con: naranja, mandarina,
plátano, kiwi, sandía, melón, mango,
granada, uva.

Almendras, avellanas, nueces,
castañas, pistacho.
Manzana, pera, ciruela, cereza, melocotón,
albaricoque, nectarinas, paraguayas.
Incluido sus zumos naturales y mermeladas.

Higos secos, pasas, dátiles secos, orejones.
LácteosLactancia materna, leche, queso, yogur natural,
mantequilla, leche en polvo no
edulcorada, yogur sin frutas ni sacarosa.
Leche condensada, batidos de leche, helados comerciales o de frutas, yogur con frutas o saborizados, bebidas de soja.
Verduras y
hortalizas **
Grupo A (<0,5 g de fructosa/100 g):
Acelga, brócoli, espinacas, apio,
alcachofas, berros, tapioca, setas
(champiñones), lechuga, escarola y
endibias. Patatas “viejas”.

Grupo B (0,5-1 g de fructosa/100 g):
Calabacín, calabaza, col, coliflor,
espárragos, nabos, pepino, puerro,
rábanos. Patatas “nuevas”.
Grupo C (>1 g de fructosa/100 g): Remolacha,
zanahoria, coles de Bruselas, berenjena, cebolla,
cebolleta, espárragos, maíz dulce, pepinillos,
pimientos, tomate, batata,…
CerealesCereales refinados y sus harinas: trigo,
arroz, maíz, avena.
Pasta blanca, pan blanco no azucarado.
Papillas de cereales sin azúcar añadido.
Cereales integrales y salvados, muesli.
Cereales azucarados o con frutas.
Bollería o dulces elaborados con fructosa o sorbitol.
Pasta con salsa de tomate.
Harina de soja.
CarnesTodos los no elaborados. Embutidos, salchichas y patés elaborados con
fructosa o sorbitol.
PescadosTodos los no elaborados Palitos de cangrejo y otros elaborados
HuevosTodos los no elaborados.
LegumbresPequeñas cantidades de garbanzos, lentejas y
alubias.
Guisantes, judías verdes, soja y todas las demás.
BebidasAgua, café, infusiones (manzanilla, menta o tila), cacao.
Bebidas lácteas sin fructosa o sorbitol.
Zumos de fruta comerciales.
Bebidas de fruta.
Refrescos de frutas.
Bebidas edulcoradas con fructosa o sorbitol.
GrasasMantequilla, margarina, aceites vegetales, sebo, manteca.Ninguno
Salsas y
condimentos
Sal, vinagre, mostaza, levandura, hierbas aromáticas y especias.
Mayonesa casera.
Ketchup, mayonesa comercial, vinagre balsámico,
nuez moscada, vainilla, sopas comerciales y todas
las salsas que contengan fructosa o sorbitol.

*Máximo 2g/día junto con las verduras.

**Ingesta máxima 2g/día, desechar el agua de cocción.

Consejos para intolerantes a la fructosa

La persona intolerante a este tipo de azúcar debe tener la precaución de leer siempre el etiquetado de todos los alimentos que compre.

Dependiendo de la época de recogida y el estado de maduración el contenido de fructosa y sacarosa en las plantas varía. Es por ello por lo que patatas nuevas tienen más cantidad de fructosa (0,6 g/100 g) que patatas más viejas (0,25 g/100 g).

Consume más vegetales cocinados que crudos, ya que el contenido de fructosa en menor en los primeros. Sobre todo con el cocinado en agua se produce mayor pérdida de azúcares.

Tener cuidado con los medicamentos, muchos de ellos contienen fructosa, sacarosa o sorbitol como excipientes.

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