Cada día oímos hablar de los celiacos y de su alimentación y observamos que cada vez conocemos más personas a las que se les diagnostica el trastorno de adultos.

Sin embargo, nueve de cada diez afectados por esta enfermedad lo son sin saberlo  y pueden pasar años sin ser diagnosticados. ¿Podrías ser tú uno de ellos?

Hay algunos síntomas más típicos de la celiaquía como la diarrea, la distensión abdominal (la típica “tripa hinchada”), los vómitos, la pérdida del apetito o el mal humor, pero este trastorno se puede manifestar también con síntomas menos característicos como el estreñimiento, la anemia, la infertilidad, la depresión, el cansancio, los abortos de repetición, la cefalea o dolor de cabeza, la artritis, alteraciones del perfil hepático, talla baja e incluso sin dar síntomas aparentes.

Qué pasa a las personas celíacas que no saben que lo son

Evidentemente continuan consumiendo alimentos con gluten, su situación intestinal empeora, los síntomas no cesan y pueden surgir más problemas. El caso es que el diagnóstico puede realizarse en la mayoría de los casos con una simple analítica y el tratamiento es sencillo, ya que consiste únicamente en eliminar de la dieta los alimentos con gluten que se encuentra en cereales como el trigo, la cebada, la avena o el centeno. Aunque no siempre es fácil, hoy en día cada vez hay más productos exentos de glutén y lo que es más importante: más información en la etiqueta de los alimentos que compramos.

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