Las cifras de obesidad han crecido de forma alarmante en le mundo en los últimos 50 años. Y esto es debido a que los alimentos que comemos son en muchas ocasiones peores.

Esto se debe en gran medida a los cambios que hemos hecho en nuestra forma de comer.

Por eso vamos a ver hoy alimentos o productos que no existían hace más de 50 años y que puede que sean en parte responsables de nuestro exceso de peso.

Yogures de sabores y otros derivados lácteos

Hemos pasado de tomar yogures normales y naturales a tomar preparaciones con los colores y los ingredientes más variados. Desde luego, estos nuevos yogures no son más nutritivos y en algunos casos si que son más calóricos. Es frecuente que les añadan grandes cantidades de azúcar y de aromas para que gusten especialmente a los más pequeños de la casa.

Leches semidesnatadas o desnatadas y bebidas vegetales

Antes la leche era solo entera y no nos iba tan mal. Nos han convencido de que la grasa de la leche es malísima y cada vez hay más gente que toma leches que parecen agua. Actualmente se sabe que la grasa de la leche no era tan mala como nos la pintaban por lo que si te gusta la leche con su grasa cómprala entera.

Otro de los inventos de los últimos 50 años son las bebidas vegetales para sustituir la leche en las personas que no la toleran. Estas bebidas, muchas veces no son más que agua con un poco de soja o almendra o arroz y bastante azúcar, y sin embargo la gente las consume pensando que son mejores que la leche.

Refrescos light

En 1963 se creó la primera bebida light en Estados unidos, el Tab. Desde entonces, y para evitar que la gente engordara, han surgido cientos de bebidas light o sin calorías. Sin embargo, las cifras de obesidad han seguido creciendo. Y es que actualmente se baraja la posibilidad de que los edulcorantes no sean tan innocuos para el peso como parecen. Pueden ser los responsables de que tus bacterias intestinales sean peores y de que lo que comas te engorde más.

Aperitivos salados

Antes los aperitivos consistían principalmente en encurtidos como aceitunas, pepinillos, cebolletas y como mucho unas rodajas de chorizo o de salchichón. Más adelante surgieron las patatas fritas o las cortezas que las hacía normalmente el churrero del pueblo o del barrio.

Actualmente, hemos introducido en los aperitivos todo tipo de alternativas menos saludables como los ganchitos, las patatas con todo tipo de sabores, las Pringles, las cortezas de trigo… Todos estos productos tienen más grasa, pocas veces saludable, más sal y muchas más calorías.

Galletas y bollería

Tanto las galletas como las magdalenas que se consumían antes eran bastante sencillas y las elaboraba normalmente el panadero local o se hacían en casa. Lo mismo ocurría con los bizcochos. Después fueron llegando las primeras alternativas industriales: las galletas María, las chiquilín, los donut…


En los últimos años las estanterías de los supermercados se han ido llenando de todo tipo de variedades de galletas, bollos, bizcochos y demás bollería. Todos estos productos son totalmente prescindibles y no deben sustituir en ningún caso una merienda tradicional. Son productos con una alta densidad energética y con muy poco valor nutritivo a pesar de lo que nos vendan.

Salsas envasadas

Hace años habría sido impensable en muchas casas, usar para comer mayonesa de bote y sin embargo actualmente, son pocas las familias que siguen haciendo su propia mayonesa.

Además de la mayonesa, en casi todas las neveras podemos encontrar todo tipo de salsas como el ketchup, salsa rosa, mostaza dulce… que se supone que usamos para añadir sabor a nuestros platos. Sin embargo, en muchos casos solo sirven para anular el auténtico sabor de lo alimentos y para aportarnos calorías en forma de grasas poco recomendables y azúcares.

Platos congelados

Para empezar las neveras ni eran tan frecuentes, ni tenían congeladores tan grandes. hace años en el congelador cabía como mucho un poco de hielo y algún producto fresco que se congelaba para que no se pusiera malo.

Actualmente los congeladores son cada vez mayores y en algunos hay comida suficiente para sobrevivir más de un mes. Pero lo peor es que en muchas ocasiones los productos que congelamos y que después consumiremos, son platos prefabricados y precocinados industrialmente como croquetas, pizzas, lasañas… Este tipo de alimentos se consumían menos frecuentemente porque requerían un mayor tiempo de elaboración. Actualmente, nos permiten en menos de media hora consumir raciones que rondan a veces las 1000 calorías. Y como sucede con tantos productos prefabricados, el exceso de calorías no se corresponde con un exceso de nutrientes.

Fiambres ya cortados

Hace años había menos tipo de embutidos, no existían las variedades de pavo y en general loo comprabas enteros o te lo cortaban en el momento de comprarlo. Hoy en día la variedad de fiambres es enorme y muchas veces ni siquiera compramos lo que creemos. Es fácil comprar un fiambre de cerdo pensando que es jamón cocido extra o un derivado del pavo pensando que es pechuga. De nuevo nos encontramos con productos nuevos de menor calidad y cuyo valor nutritivo ha disminuido.

Cereales de desayuno

Los desayunos hace años eran bastante más sencillos: pan y algo más. Pen con aceite, pan con mantequilla, pan con embutido, pan con leche…

Paulatinamente, los cereales de desayuno, tan usados en Estados Unidos han ido sustituyendo a nuestro desayuno tradicional. El problema de estos productos es que aunque se llamen cereales, suelen llevar añadida gran cantidad de azúcar. Ese es el motivo por el que gustan tanto a niños y mayores.

Helados industriales

ca da día hay más helados en los congeladores de los supermercados y menos heladerías artesanas. A pesar de que un helado podría ser un alimento nutritivo, las fórmulas industriales han sustituido la leche y la fruta por alternativas más baratas y menos saludables. En general los helados disponibles en el mercado son muy ricos en grasas no saludables y tienen una gran cantidad de azúcar.

Nada que ver con los helados artesanos de hace años.

Esta lista de alimentos actuales poco deseables podría irse ampliando continuamente ya que la lista de productos nuevos es casi interminable. Mi recomendación es que si te interesa tu salud cuides lo que comes e intentes consumir más productos frescos o poco elaborados, en caso de duda, mira si son alimentos actuales o si existían hace 50 años. De esa manera es más fácil que no te equivoques.

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